Isinbayeva y las lágrimas del éxito |
Se entiende por
constancia “la firmeza y perseverancia en las resoluciones, en los propósitos o
en las acciones”. Cuando esta existe es
cuando podemos hablar de un deportista de verdad, ya sea profesional o amateur.
Se está empezando a
convertir la actividad física en una moda más que en una afición, son pocas las
personas capaces de prolongar su actividad en el tiempo, pocas las que soportan
la “monotonía” de una rutina de musculación con un objetivo a medio-largo plazo,
por poner un ejemplo.
Vivimos por rachas, al
ritmo que marca la sociedad, pero quizás sea el momento de vivir al ritmo que
marca cada persona, que fijarse un objetivo se convierta en el primer paso para
trabajar hacia el siguiente. Al final, el deporte es como la vida, sin
constancia no hay metas, y sin metas no hay nada.
Un profesor le dijo a Lampard que el fútbol le haría fracasar. |
Cada uno debe elegir la suya, aquella en la que encuentre una motivación y le haga levantarse cada día
con ganas de superar lo del día anterior. La constancia es la base del éxito, es
imposible alcanzar metas sin un esfuerzo previo.
Derek Redmon luchando para llegar a meta ayudado por su padre en los JJOO ´92 |
El deporte tiene
numerosos motivos que lo llevan a ser practicado, pero es clave la importancia
de ver estos en función de unos objetivos claros. Llevar a cabo una determinada
actividad física como motivo de encuentro con mis amigos no vale para nada si
la meta principal no es un beneficio de los tantos que ofrece el deporte.
Se puede hablar de la
irregularidad como un factor común de numerosas personas, el cual lleva a una
inexistencia de orden. El orden te hace regular, te hace ser capaz de llevar a
cabo una planificación con vistas al éxito, y el éxito te hará apreciar la
constancia.
Clifton Herring rechazó a Michael Jordan en 1978 y el astro explotó para convertirse en el mejor de la historia. |
“Cuando el esfuerzo se
convierte en una costumbre, los éxitos se convierten en una constante”