Imagínate ser
un portento de la naturaleza, capaz de entrenar como una “bestia” día tras día.
Pues bien, ahora olvídalo, Y grabaté el concepto "SOBREENTRENAMIENTO" en tu cabeza.
Es necesario
que el deportista conozca su cuerpo, las señales que este le manda para que
pueda entenderlas y saber que hacer en cada momento. En general el
sobreentrenamiento viene por una falta de eso, de conocimiento de nuestras propias
sensaciones.
No es fácil de
detectar pero como todo, va acompañado de una serie de síntomas que nos sirven
de indicadores:
-
El rendimiento comienza a disminuir. No quiere
decir que por un mal día empiece el problema. Será motivo de preocupación cuando
con el paso de estos veamos que cada día nuestro rendimiento va siendo
inferior, y así con el transcurso de los distintos entrenamientos.
-
Aumento de la FC en reposo. Lo normal es que una
persona entrenada conozca su FC en reposo, pues bien, lo que hay que hacer es,
a diario al levantarnos cuando sintamos que puede haber sobreentrenamiento,
tomarnos el pulso, si vemos que esa frecuencia aumenta con el paso de los días de
forma progresiva, tendremos que estar alerta.
-
Problemas de sueño, de apetito, de concentración…
-
Cambios de humor
¿Cómo se
produce?
Viene tras períodos
de fatiga (lo cual nos indica que hay que bajar el ritmo), y producido normalmente por un
entrenamiento excesivo. Aunque puede estar provocado por otro tipo
de factores:
-
La inadecuada estructura de nuestro
entrenamientos y una mala programación
-
Una mala adaptación a cambios que se produzcan
en nuestra rutina diaria
-
El estilo de vida
¿Cómo tratarlo y/o prevenirlo?
El tratamiento
principal en este tipo de casos es el descanso. En muchas ocasiones con unos
días de reposo nos bastarán para superar esta fase.
A menudo el desconocimiento nos lleva a este tipo de problemas. Ignoramos las
progresiones en los entrenamientos porque queremos rápidos resultados, por lo
que trabajamos a intensidades altas durante periodos prolongados pensando que
los resultados vendrán con mayor rapidez, pero no, lo que hacemos es cometer un
error que nos puede frenar más de la cuenta.
Por ello es muy
importante planificar. O trabajamos a altas intensidades con períodos de reposo
absoluto, o trabajamos combinando fases de carga y otras de recuperación
(sin llegar a parar del todo). De esta forma, y con una alimentación adecuada, estaremos ayudando a prevenir cualquier tipo
de síntoma que nos lleve a un problema mayor.