22 de febrero de 2012

WORLD MARATHON MAJORS. CAPÍTULO 2: LONDRES

Volamos de Nueva York a Londres, para vivir el segundo capítulo del World Marathon Majors. Dejamos de lado el gran Central Park para irnos a la sede de los futuros JuegosOlímpicos de 2012. Se creó en 1981 y, como todo maratón, el recorrido son 42,195 kilómetros.

Abel Antón
Fue Abel Antón el que, en 1998, plasmó el nombre del único español en el palmarés de esta competición, tanto a nivel masculino como femenino. Se celebra en abril y lo califican como el maratón mejor organizado y que más dinero recauda para fundaciones y causas altruistas.

Consta de dos salidas de diferentes sitios que en un determinado punto se unen, una para los corredores de a pie y otra para corredores en silla de ruedas. En este caso, la forma de participar en la carrera es por sorteo, que se abre en un día determinado y se cierra en el momento que se alcanzan las 125 mil solicitudes, lo cual, evidentemente, no tarda mucho en ocurrir. De esa cifra, al final son unos 35.000 los que acaban viviendo su sueño.

Emmanuel Mutai parando el crono
y estableciendo nuevo record.
Nombrábamos al keniano Mutai en el capítulo 1, aquél era Geoffrey, este es Emmanuel, mismo apellido, misma nacionalidad. Diferente cuerpo con un mismo título, el de recordman. Adjudicándose en 2011 el suyo propio, sentenciando la carrera en un brusco cambio de ritmo a poco más de 9 kilómetros de la meta. Estableciendo esta vez el mejor tiempo de la historia de esta competición, dejando el crono en 2h04:39.

Cruzando el Támesis por Tower Bridge
Se trata de una ruta rápida y bastante plana. Iniciamos la visita guiada en Blackheath dirección este, dando media vuelta por si nos hemos olvidado algo y pasando por el Cutty Sark en Greenwich. Cruzamos el Támesis pisando el asfalto del legendario Tower Bridge para recorrer el “East End”, pasamos por el Canary Wharf antes de dirigirnos hacia el Parlamento, para terminar saludando a la corte mientras rodeamos el Palacio de Buckingham.

Por nombres, menos conocido que la Gran Manzana, pero no por ello menos atractivo.

Próxima parada: Chicago



Mapa del recorrido londinense



15 de febrero de 2012

MÁS QUE UN SIMPLE BALÓN

No es nada nuevo a ojos de todos, pero no por eso deja de merecerse un hueco entre una de las mejores formas de entrenamiento. Fue hace años cuando tuve el primer contacto con el balón suizo o Fitball, y al principio no le ves mucha utilidad hasta que te das cuenta que la importancia que tiene no solo lo ha convertido en protagonista en sesiones de fitness sino también en sesiones de rehabilitación y prevención de lesiones.

Postura correcta sentado en el Fitball
Es cierto que se necesita una primera toma de contacto con la esfera, ya que su forma y la falta de costumbre al principio puede provocar pérdida de equilibrio y alguna caída sin mayor importancia. Aún así, ha venido a convertirse en el protagonista por excelencia de ejercicios destinados a diferentes objetivos y por supuesto, y más importante si cabe, a un público diverso.

Fitball en embarazadas
Inventado en California. Entre sus innumerables beneficios cabe destacar los que van destinados a la mejora de la salud personal. A primera vista un “balón de playa”, que ha pasado a ser vital en la mejora postural, el cuidado de la espalda y la salud cardiovascular, y en el entrenamiento en la fase del embarazo.



A nivel de salud:

         - Ayuda a neutralizar el estrés.

         - Mejora la calidad de vida en personas con osteoporosis, incontinencia y otro tipo de enfermedades.

         - Mejora la postura.

         - Previene y alivia los dolores de espalda, en especial, dorsales y lumbares.

         - Fortalece los músculos de sostén.



A nivel físico orientado al mundo del fitness:

           - Mejora la fuerza – resistencia.

           - Fortalece todos los grupos musculares, en especial los abdominales, glúteos y de sostén.

           - Mejora el equilibro y la coordinación. Tanto que se ha convertido en elemento primordial en el entrenamiento de surfistas para mantenerse sobre la tabla luchando por salir de entre las olas.

           - Ayuda a aumentar la flexibilidad.



Trabajo de lumbares
Además de todas sus posibilidades, se ha ido combinando con otros elementos. Fitball + agua: una combinación que busca los mismos objetivos pero con ejercicios que tengan todavía un menor impacto sobre las articulaciones. Fitball con agua: sobre todo para el trabajo de la zona CORE, lo hace muy efectivo con ejercicios basados en movimientos bruscos manteniendo la postura ante la mayor inestabilidad que provoca una mínima parte de agua dentro de la esfera. Fitball + pesas, Fitball + Bosu (del cuál hablaremos más adelante) y muchas más combinaciones.


Trabajo de la Zona Core
Un entrenamiento con una pelota grande y llena de aire, puede parecer una broma dicho así. Finalmente esa broma, se convierte en un grandísimo entrenamiento.






8 de febrero de 2012

ESTRATEGIA EN ESTADO PURO

Los que no lo entienden lo definen como un deporte aburrido, bestia, salvaje, sin aliciente, una “americanada”. Es algo fácil pensar eso cuando te sientas frente al televisor esperando ver la intensidad de un partido de rugby o un partido de fútbol. Pero solo son eso, apreciaciones, hasta el momento en que entiendes que es algo más.

Pugna por el balón
Pero el entender este deporte no me compete a mí. Sí lo es la preparación de sus deportistas. Tan malo es decirle a un dentista como tiene que empastar, como oír decir a una persona que ese jugador no puede estar ahí con esa barriga. En el fútbol americano sí. Jugadores de todo tipo, delgados y veloces, gordos y fuertes, pequeños y explosivos. Cada uno con su propia misión.

Una preparación que se centra en conseguir una base común en todas las capacidades (fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad, y potencia y agilidad como combinación de varias) pero que finalmente se van modificando dependiendo de la posición de cada jugador.

Trabajos de fuerza con pesas realizando 3 o 4 series con un número de repeticiones que oscila entre las 3 y las 10, siendo alguna más en determinados momentos de la temporada y dependiendo del deportista, pero sobretodo, buscando la potencia en cada ejercicio, con movimientos rápidos en la fase concéntrica.



Consecución de un touchdown
Añadiendo un trabajo de velocidad y agilidad dirigido especialmente a los receptores, que además de contar con un cuerpo que les permita recibir los fuertes impactos de las defensas, les proporcione ese toque final que les haga ser capaces de coger el capote y sortear a cada uno de los toros que van apareciendo antes de llegar al burladero y conseguir el ansiado Touchdown.

Miras al quarterback, y no es lo que parece. No suda, parece que ni respira. Es el alma, el que manda, el que decide, el dios hoy y el diablo mañana. Su preparación le deja decidir que hacer y como hacerlo en milésimas de segundo. Una unión de potencia, fuerza e inteligencia que le permite tanto intentar ganar yardas a la carrera contra la defensa como dar un pase que cruce casi todo el campo en el último suspiro de partido, con la mano, por supuesto. Algo al alcance de muy pocos.

Jerry Rice. Considerado mejor
receptor de la historia.
Pocos deportes, por no decir ninguno, se puede decir que requieran de una estrategia como lo hace este. A un minuto del final del partido y con el marcador a favor, decides dejar vía libre para que tu rival remonte el partido con un Touchdown, con vistas a que tú equipo tenga 50 segundos para volver a remontarlo y conseguir la victoria. Eso es lo que ocurrió la pasada madrugada del 5 de febrero. Estupidez para muchos, estrategia para los que saben que esto es así. Decisión correcta aunque finalmente inefectiva.