Tras dos semanas de vacaciones, cogemos un avión para volar a “la ciudad del viento”, Chicago, la tercera ciudad con mayor número de habitantes tras Nueva York y Los Ángeles, y centrándonos en lo que nos compete, una de las cinco grandes en la World Marathon Majors, y una de las maratones más veloces del mundo.
Salida Maratón Chicago |
Se celebra siempre en domingo, en concreto el “Fin de semana de Colón”, o lo que es lo mismo, el domingo antes del segundo lunes de octubre. Una carrera, que ha sufrido altibajos a lo largo de su historia como consecuencia de los patrocinadores, que al final, son los que ponen el dinero. Bank of America Chicago Marathon es su nombre actual.
Desde su primera edición, en 1905, se podría decir que la cantidad de corredores ha variado en cifras estratosféricas, pasando de los 15 ese primer año, de los cuales solo llegaron 7 a la meta, a los más de 45.000 que acuden de forma anual en la actualidad. Pasando por atletas de élite que luchan por plasmar su nombre en el palmarés de la competición, hasta corredores amateurs que van por disfrutar del espectáculo en primera persona.
Paula Radcliffe |
Tras unos años de decadencia, a comienzos del 2000 empezaron a aparecer los grandes registros. Por la parte femenina, fue la keniata Catherine Ndereba la que en 2001, estableció nuevo record del mundo (2h 18m 47s), revalidando además su título del año anterior. Pero poco tuvo en su poder ese record, que fue rebajado al año siguiente por la británica Paula Radcliffe, que pasó la línea dejando el crono en 2h 17m 18s. Mientras que por la parte masculina, el marroquí Khalid Khannouchi fue el vencedor en cuatro ocasiones, consiguiendo además el nuevo record del mundo en 1999, parando el crono en 2h 05m 42s.
Khalid Khannouchi |
Se escucha el pistoletazo de salida, y comienza una carrera que en su trayecto atraviesa históricos barrios, como el Lincoln Park, Old Town, Greektown, Little Italy, Pilsen, Chinatown, Bridgeport y Gap District.
Nos dirigimos hacia el norte entre importantes restaurantes y galerías de arte, bordeamos el Lago Michigan en dirección al “zoo” de la ciudad. Llegando a ese punto, comienza el trayecto hacia el sur, atravesando Greektown, la mayor colonia griega de EEUU a principios del siglo XX, de ahí su nombre. Seguimos por Little Italy, dónde los espectadores llenan las barras de energía de los corredores a modo de canciones y bailes típicos.
Posteriormente nos adentramos en Pilsen, o lo que es lo mismo, la colonia checa, bohemia, anteriormente habitada por latinos, y amenizada por mariachis que tratan de hacer más corto el trayecto. Aunque a lo lejos empieces a ver dragones, no te asustes, es parte del festival montado en Chinatown.
Después de toda una carrera de sorpresas en cada uno de los barrios, cruzas el río y te adentras en Bridgeport para finalmente llegar a Grand Park y tras cruzar la línea de meta, mirar los impresionantes edificios y sonreír por haber disfrutado de semejante espectáculo.
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